El mal uso del bono 6000 se ha extendido en varias localidades del sur del país. Y es que no sólo en Chilca se ha detectado irregularidades en la entrega de dicho subsidio del gobierno, sino también en Pisco, en el mismísimo epicentro del terremoto. Aquí, varios damnificados han usado el dinero del Estado para amoblar sus casas, pagar deudas pasadas y hasta han negociado los materiales de construcción a cambio de dinero en efectivo.

 

El mal uso del bono 6000 se ha extendido en varias localidades del sur del país. Y es que no sólo en Chilca se ha detectado irregularidades en la entrega de dicho subsidio del gobierno, sino también en Pisco, en el mismísimo epicentro del terremoto. Aquí, varios damnificados han usado el dinero del Estado para amoblar sus casas, pagar deudas pasadas y hasta han negociado los materiales de construcción a cambio de dinero en efectivo.

 

El programa Cuarto Poder encontró a Fidel Quispe un albañil que lo perdió todo en el sismo del 15 de agosto del año pasado y que, en vez de reconstruir su casa, ha preferido usar el bono 6000 en la compra de un juego de comedor, en camarotes y hasta en una vitrina donde ubicar su televisor.

Quispe explica que compró el material de construcción a una ferretería adscrita al Banco de Materiales y que, luego, lo comercializó. Ha pasado un año del terremoto y este albañil sigue viviendo entre plásticos en una casa declarada inhabitable.

En Pisco también está Carmen Ramírez quien, según confiesa a Cuarto Poder, decidió pagar con su bono una deuda que tenía con la empresa Electra por la compra de una radio y un televisor. Explicó que su esposo le vendió su bono a la ferretería Cassolli, cuyos dueños le dieron a cambio de sus materiales de construcción 4 mil soles en efectivo.

{xtypo_quote} Con ese dinero, la señora Ramírez saldó cuentas pasadas y hasta se compró otro televisor. Mientras tanto ella y sus siete hijos siguen viviendo entre esteras y plásticos viejos. {/xtypo_quote}
Otro caso detectado es el de Mario Peña quien sigue viviendo en un módulo de madera, pese a que figura en la lista de beneficiarios del Banco de Materiales que ya recibió la ayuda económica del Estado para levantar una casa de ladrillo.  Al ser preguntado en qué invirtió el bono 6000, Peña prefirió esquivar las cámaras y sólo atinó a presentar proformas de ferreterías, las cuales pretende hacer pasar como facturas de compra.

Y a todo esto ¿qué hace el gobierno ante tanta irregularidad? Aparentemente nada, pues todo indica que el programa bandera para la reconstrucción no está funcionando como debe básicamente por una verdadera falta de fiscalización.     

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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