Adiós a las calificaciones numéricas en las libretas escolares

Los rojos en las libretas escolares serán pronto cosa del pasado y es que el Ministerio de Educación estableció cambios al nuevo Currículo Nacional de Educación Básica, uno de los cuales deja de lado en las evaluaciones, las calificaciones numéricas para utilizar la alfabética, como en muchos países del mundo.
 
La nueva escala de calificación, según el documento aprobado recientemente por el Ministerio de Educación (Minedu), será: AD (logro destacado), A (logro esperado), B (en proceso) y C (en inicio) mientras que las calificaciones numéricas en las libretas escolares quedarán en el olvido.
 
Esto cambia radicalmente las calificaciones de antes que eran del uno al veinte y que se utilizaba lapicero de tinta roja para los “jalados”. Las descripciones alfabéticas arriba citadas, sirven para identificar cuán cerca o lejos se encuentra el estudiante en relación con lo que se espera logre al final de cada ciclo, respecto de una determinada competencia.
 
Asimismo, proporcionan información valiosa para retroalimentar a los estudiantes sobre su aprendizaje y ayudarlos a avanzar, así como para adecuar la enseñanza a los requerimientos de las necesidades de aprendizaje identificadas. 

La posibilidad de que más estudiantes mejoren sus niveles de aprendizaje deberá ser siempre verificada en referencia a los estándares de aprendizaje del Currículo Nacional de la Educación Básica.
 
AD
(logro destacado), es cuando el estudiante evidencia un nivel superior a lo esperado respecto a la competencia. Esto quiere decir que demuestra aprendizajes que van más allá del nivel esperado. 

A (logro esperado), cuando el estudiante evidencia el nivel esperado respecto a la competencia, demostrando manejo satisfactorio en todas las tareas propuestas y en el tiempo programado.
 
B (en proceso), cuando el estudiante está próximo o cerca al nivel esperado respecto a la competencia, para lo cual requiere acompañamiento durante un tiempo razonable para lograrlo.
 
C (en inicio), cuando el estudiante muestra un progreso mínimo en una competencia de acuerdo al nivel esperado. Evidencia con frecuencia dificultades en el desarrollo de las tareas, por lo que necesita mayor tiempo de acompañamiento e intervención del docente.

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