Esta mañana, el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, acudió a los almacenes del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), ubicados en el Callao, con el propósito de supervisar la ayuda humanitaria que se enviará a las ciudades alto andinas afectadas por las bajas temperaturas y heladas.
Se está trabajando todos los días con la ayuda del INDECI, de la Iglesia Mormona, de los peruanos voluntarios y de todos, para enfrentar esta situación El friaje todavía no ha empezado totalmente pero queremos estar preparados”, afirmó el mandatario.
En tal sentido, la ayuda humanitaria al sur del país consta de 77 mil frazadas, las cuales se están destinando de la siguiente manera: Un total de 33 mil frazadas irán para Puno en 6 camiones, 16, 500 frazadas son para Arequipa en 3 camiones, al Cuzco se enviarán 5, 500 frazadas en un camión, y finalmente, se distribuirán 11 mil frazadas en dos camiones tanto para las regiones de Pasco como Huancavelica.
Cabe resaltar que este primer lote de ayuda humanitaria que se despachará a las ciudades del sur del Perú – Y en donde también se incluirá víveres e implementos -, forma parte del Plan Multisectorial de Heladas y friajes aprobado por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), cuya finalidad es la prevención y reducción de vulnerabilidades de las poblaciones afectadas por bajas temperaturas.
Este Plan – que lidera el INDECI – cuenta con un presupuesto de S/. 107 millones y se desarrolla en 241 distritos priorizados.
PIURA
Asimismo, Kuczynski resaltó la ayuda de la Iglesia Mormona, que está colaborando con 160 toneladas de ayuda humanitaria (alimentos no perecibles, útiles de aseo, colchones, frazadas y carpas) para los damnificados de la región Piura, afectados semanas atrás por las fuertes inundaciones.
El presidente Kuczynski estuvo acompañado en esta actividad por el premier Fernando Zavala, el jefe del INDECI, vicealmirante Alberto Lozada Frías, un representante de la Iglesia Mormona y la primera dama, Nancy Lange.
Foto: Secretaria de Prensa del Palacio de Gobierno.
Por: Luis Miguel Guerrero Dávila.
