La suerte de la fiscal provincial Luz Hortencia Loayza Suárez está echada y deberá retornar a cumplir sus funciones en el distrito judicial de Maynas (Loreto), pese a que reveló ser víctima de amenazas contra su vida mientras investigaba los vínculos de Fernando Zevallos con el narcotráfico.
La suerte de la fiscal provincial Luz Hortencia Loayza Suárez está echada y deberá retornar a cumplir sus funciones en el distrito judicial de Maynas (Loreto), pese a que reveló ser víctima de amenazas contra su vida mientras investigaba los vínculos de Fernando Zevallos con el narcotráfico.
Según revelaron fuentes del Ministerio Público, ayer por la tarde la Junta de Fiscales Supremos, que integran Gladys Echaíz, Percy Peñaranda y José Antonio Peláez Bardales, decidió, por mayoría, que no procedía el pedido de reconsideración que presentó Loayza. “A las seis de la tarde fue notificada la doctora Luz Loayza”, precisó la fuente.
La resolución firmada por la doctora Echaíz señalaría que no se acreditó que Loayza haya recibido las amenazas de muerte en la jurisdicción de Maynas sino en Lima.
El documento indica que Loayza Suárez en ningún momento ha acreditado incidente alguno o amenaza que implique riesgo a su integridad física sino hasta que fue notificada con la resolución que dejó sin efecto su traslado provisional a la capital y que dispone su reincorporación a su fiscalía de origen.
Al respecto, el titular del Ministerio del Interior, Luis Alva Castro, dijo a Correo que la decisión tomada por la Junta de Fiscales Supremos es de “absoluta y total responsabilidad” de ellos.
El ministro dijo que si bien es contrario al traslado de la fiscal Loayza a Maynas por el riesgo que corre su integridad física, habrá que “respetar” la decisión porque “así es el Estado de Derecho”. (Correo – periodismoenlinea)
