Frente a la difícil situación que viven las familias durante la pandemia del Covid-19, se suma, en algunos casos la separación de los padres produciendo una crisis familiar cuyas consecuencias se ven reflejadas en la salud mental de sus hijos.
Esto puede generar “incertidumbre, inseguridad y desequilibrio emocional”, indicó la Lic. Carmen Alzamora, jefa del servicio de Psicología del Instituto Nacional de Salud del Niño – Breña.
Agregó, que los efectos a nivel psicológico son preocupantes. Los menores sienten temor, pierden el apoyo de los padres y tienen sentimientos de culpa. “Creen que ellos son los responsables directos en la separación”, dijo la especialista.
“Todo esto acrecienta el temor a la pandemia y se refleja en problemas de conducta, hiperactividad, intranquilidad, cambio de humor, sobre todo en los más pequeños; en los adolescentes se produce un cambio de temperamento, desacato a la autoridad y conducta rebelde”, manifestó la Lic. Alzamora.
Aconsejó a los padres, que por grave que sea la crisis, se muestren de forma tranquila con el fin de no afectar la salud mental de los niños.
“Si por alguna razón han decidido separarse ahora es porque esta situación ya venía desde antes, el detonante ha sido la pandemia nada más, hay que tomar las cosas con la mayor tranquilidad que se pueda, aun cuando la palabra tranquilidad suene irónica, debe hacerse por el bien de sus hijos, ponerse en el lugar de ellos”, aseveró.
Los hijos van a sufrir una tormenta emocional, por tal motivo merecen una explicación y respeto; que se les diga porque lo están haciendo, sobre todo aclarar que ellos no tienen nada que ver con la ruptura, resaltando que el vínculo familiar siempre debe primar.
CONSECUENCIAS EN LOS HIJOS
Depende de como se ha manejado esta situación, si se ha tratado de una manera clara, las consecuencias no van a ser mayores, podrán sentir tristeza pero no depresión, aprenderána manejar sus emociones, que es lo más importante.
Hay que ofrecerles libertad para expresar sus emociones; esto será bueno en el futuro. Se mostrarán auténticos, transparentes, con pena de no ver a sus padres como les hubiera gustado, pero habiendo aprendido a enfrentar la situación.
De lo contrario se mostrarán rebeldes, no obedecerán órdenes, serán irrespetuosos, presentarán conductas de desacato a la autoridad de los padres y luego a las autoridades, darán rienda suelta a sus impulsos y culparána los demás por lo vivido en familia.
