Ahora que se destapa la olla de grillos de los implicados en el espionaje telefónico y que involucra directamente a miembros en actividad y en retiro de la Marina de Guerra del Perú, algunos han salido a defender -con razón- a la institución militar.

 

Ahora que se destapa la olla de grillos de los implicados en el espionaje telefónico y que involucra directamente a miembros en actividad y en retiro de la Marina de Guerra del Perú, algunos han salido a defender -con razón- a la institución militar.

 

Si bien una golondrina no hace al verano, debe llamar la atención el nivel de confianza y cercanía de Elías Ponce Feijóo y Carlos Tomasio -representantes de la empresa chuponeadora Business Track- con cierto personal activo además del frecuente roce de ambos con las altas esferas de la gloriosa armada.

Por eso, me tomo el trabajo de enumerar algunos vínculos importantes que merecerían una aclaración y no un simple comunicado en el cual se insista con el "san benito" de que La Marina no cuenta con equipos de chuponeo o que Ponce y Tomasio son retirados y no tienen nada que ver con los activos.

Primero, el mes pasado el diario Correo publicó parte de una declaración reservada del director de Inteligencia de La Marina (Dintemar), Pedro García Llaque, quien reconocía que el detenido Ponce Feijóo lo buscó para dialogar con él sobre asuntos de inteligencia el 2007. Si bien el jefe de Dintemar no aceptó, ¿con que grado de confianza Ponce accedía a un entorno que se supone cerrado para los retirados de la institución?

 

Segundo, el diario La República revela que Tomasio compró equipos de chuponeo celular marca "TiggerFish", a nombre de La Marina , cuando caída el régimen corrupto de Alberto Fujimori. Al respecto, la institución aclaró primero que la compra fue a sus espaldas, pero luego el ministro de Defensa, Antero Flores-Aráoz, tuvo que reconocer el hallazgo de documentos de compra en la Dirección de Abastecimiento y que fueron registrados con el  nombre genérico de “piezas electrónicas”.

Tercero, el contrato Compra Venta MGP-DICAPI – 0090 -2008, de material bélico para "El Grupo de Reacción Inmediata" y que rubricaron el Contralmirante Fergán Herrera en representación de La Marina y Business Track (BTR), por un monto de S/. 45,617.47. ¿Acaso Business track es proveedora de equipos o material bélico?. Basta visitar su página web para darnos cuenta que ofrece servicios de seguridad informática.

Cuarto, las visitas nocturnas de Elías Ponce Feijóo al Congreso reveladas el pasado sábado por el diario Correo. Aquí lo curioso es que el dueño de BTR fue recibido por el edecán de la Marina de la presidencia del Congreso.

A este menú le podríamos agregar "la sazón" de la amistad, no negada, entre el almirante Luis Giampietri y Ponce Feijóo; así como el vertiginoso ascenso militar de este -al grado de contralmirante- y que el presidente Alan García tuvo que anular por irregular.

Detallo esto, no para afectar a la institución como tal, sino para sugerir que se escudriñe mejor y se detecte a quienes -dentro de La Marina- actúan con una conducta reñida contra la democracia. Se trata de malos elementos que seguro facilitaron contactos, lobys e información clasificada a esta mafia de chuponeadores.

Seguro que Ponce y compañía,  quienes hoy están detenidos, no son la punta del iceberg pero no lleguemos al extremo de no mirar pacientes y no expectorar a los aprendices de Vladimiro Montesinos y que a la larga podrían hasta afectar la institucionalidad democrática del país. Estamos a tiempo.

 

Por Antonio Manco

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Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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