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HillaryLos hispanos serán el punto de quiebre entre Hillary Rodham Clinton y Barack Obama, precandidatos demócratas que se disputan la candicatura de su grupo político a las elecciones en los Estados Unidos. El voto latino podria resultar  determinante mientras Obama se esfuerza por acortar la brecha, difundiendo publicidad en español y enviando al senador Edward M. Kennedy a Nuevo México y otros estados donde los hispanos veneran el apellido del ex presidente John F. Kennedy. Obama confía también en generar apoyo entre los hispanos más jóvenes, del mismo modo que ha hecho con los blancos y los negros.

HillaryLos hispanos serán el punto de quiebre entre Hillary Rodham Clinton y Barack Obama, precandidatos demócratas que se disputan la candicatura de su grupo político a las elecciones en los Estados Unidos. El voto latino podria resultar  determinante mientras Obama se esfuerza por acortar la brecha, difundiendo publicidad en español y enviando al senador Edward M. Kennedy a Nuevo México y otros estados donde los hispanos veneran el apellido del ex presidente John F. Kennedy. Obama confía también en generar apoyo entre los hispanos más jóvenes, del mismo modo que ha hecho con los blancos y los negros.

El senador de Illinois, no obstante, admite que no tiene mucho tiempo para seducir a los votantes con su carisma, como hizo en Nueva Hampshire y Carolina del Sur, donde se apuntó resonantes victorias.


Los asesores de Clinton, por su parte, creen que la forma en que cortejó a los hispanos durante un año y la popularidad de su esposo en ese sector le permitirán conseguir muchos votos de la minoría más grande del país. Destacan que el 19 de enero recibió el 64% del voto hispano en las asambleas vecinales de Nevada, contra el 26% de Obama.


Tradicionalmente, los políticos hablan mucho de los hispanos pero hacen poco. Pero eso está cambiando en vista de que "no sería exagerado decir que los hispanos pueden marcar la diferencia en el 2008", según Simon Rosenberg, director del instituto de investigación de centroizquierda NDN.


Los hispanos constituyen un bloque electoral importante en California, Nuevo México y Arizona, y representan al menos una décima parte del electorado en Colorado, Nueva York y Nueva Jersey. En esos seis estados habrá primarias el martes y Clinton y Obama han cortejado activamente a los votantes hispanos, difundiendo avisos en español y enviando a funcionarios hispanos para que promuevan sus candidaturas.


Los hispanos sobrepasaron hace rato a los negros y pasaron a ser la minoría más grande del país. Pero su peso político no creció proporcionalmente. Hoy representan el 15% de la población, pero solo el 9% están habilitados para votar. Ello se debe a que muchos no son ciudadanos estadounidenses o son menores de 18 años.


Fuera de la Florida, los hispanos se inclinan mayoritariamente por los demócratas. Y podrían resultar clave en varias contiendas del martes. Clinton "trabajó duro por mucho tiempo para captar el voto hispano", declaró Roberto Suro, ex director del Centro Hispano Pew y quien ahora enseña comunicaciones en la Universidad del Sur de California. "Los propios asesores de Obama admiten que se dejaron estar un poco en la búsqueda del voto hispano", agregó.


Suro y otros descartan la idea, promovida por los asesores de Clinton, de que los hispanos son renuentes a votar por un candidato negro por las rivalidades que hay entre hispanos y negros en muchos barrios y en el mercado laboral.


"Ese es un argumento sin fundamentos", manifestó Angelo Falcón, presidente del Instituto Nacional de Políticas Latinas de Nueva York. Acotó que los hispanos votaron por candidatos negros en muchas elecciones municipales y estatales, e incluso por Obama cuando se postuló al Senado en el 2004.

 

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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