Los ex comandantes generales del Ejército Edwin Donayre Gotchz y César Augusto Reinoso Díaz se habrían apropiado del combustible asignado a la Región Militar Sur y de la 1ª Brigada de Fuerzas Especiales durante el 2006, en beneficio personal.

Los ex comandantes generales del Ejército Edwin Donayre Gotchz y César Augusto Reinoso Díaz se habrían apropiado del combustible asignado a la Región Militar Sur y de la 1ª Brigada de Fuerzas Especiales durante el 2006, en beneficio personal.

Así lo establece la denuncia que la fiscal Marlene Berrú presentó ante los juzgados anticorrupción contra Donayre, Espinoza y otros 37 oficiales de alta graduación del Ejército, que laboraron en la Dirección de Logística, en la Región Militar Sur y en la Primera Brigada de Fuerzas Especiales.
Según el diario ‘La República’, la denuncia también alcanza a tres civiles, entre estos los representantes de los grifos Italia, Macosa y Terraflot, Mauricio Ponce y Brener Corrales, que comercializaron al público y a otras entidades del Estado el combustible sustraído de las dependencias militares.
Berrú presentó esta denuncia el 21 de julio, pero la revisión de las más de 59 mil fojas (hojas) de informes y documentos aportados como prueba recién concluyó esta semana, cuando oficialmente el documento fiscal fue recibido por el juez Jorge Vela Barba, del 4to Juzgado Especial Anticorrupción.
"El accionar delictivo desplegado por los denunciados consiste en que habrían gestionado, solicitado y recibido entre enero y noviembre del 2006 petróleo y gasolina de 84 octanos por pedidos extraordinarios de combustible (…), con la finalidad de beneficiarse económicamente", acusa la fiscal.
"Los incrementos, del orden de 624% para la gasolina de 84 octanos y 889% en el caso del petróleo -continúa la fiscal-, se basaron únicamente en requerimientos genéricos que no desagregaron las cantidades solicitadas ni precisaron los conceptos específicos para su uso".
La fiscal subraya que "al revisar la documentación con la que se pretendió sustentar el uso de ese combustible se determinó: la asignación de combustible a vehículos inoperativos; registro de control cuyas salidas de combustible exceden los galones ingresados; consumo de petróleo por parte de vehículo gasolinero; reportes de consumo de combustible en Unidades distintas que, en el mismo día, registran al mismo vehículo para diversas comisiones de servicio".
La denuncia informa que varios oficiales han declarado que el desvío del combustible se orquestó desde la comandancia general del Ejército en Lima y que luego, en octubre del 2006, se empezó a regularizar los documentos, para lo cual se les presionó a firmar una serie de documentos, en los que se corregían las cantidades de combustible recibido y utilizado bajo la consigna de que las órdenes se cumplen sin objeciones.
La orden del comandante
El general Luis Torrejón Riva, comandante general de la 1ª Brigada de Fuerzas Especiales, declaró que intentó oponerse a la sustracción del combustible, pero que no lo hizo porque fue una orden directa del entonces comandante general, César Reinoso.
Torrejón refirió que Reinoso le dijo que se trataba de una acción de comando para apoyar con combustible ante otras unidades.
"Ante esa versión, declaró Torrejón, dudó y analizó rápidamente esta situación, contestando, comprendido, mi general, y se retiró, en vista de que se sentía presionado por tratarse del Comandante General".

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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