Parece ser un poblado condenado a quedarse ciego y es que en la localidad de Parán, a sólo cuatro horas de Lima, sus residentes se están quedando ciegos.

Según un reportaje de Univisión, 50 de 400 pobladores padecen de retinitis pigmentosa, una enfermedad que se transmite de generación en generación.

Hugo Palomares y sus tres hermanos sufren de dicha enfermedad que de a pocos les quita la visión. Primero ven como si estuvieran dentro de un tunel y la vista luego se les nubla.

La enfermedad llegó a Parán, en Huaura – Lima, hace 110 años a través de una pobladora que luego la transmitió a diversas generaciones.

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