El papa Francisco dio hoy un mal paso, pero no cayó al suelo en su segundo día de actividades en Roma como máxima autoridad de la Iglesia Católica.
Ocurrió en un cuentro con cardenales establecido dentro de su agenda. El pontífice, de 76 años, se dirigía a saludar al cardenal Angelo Sodano cuando tropezó en los escalones.
Sin embargo, Francisco no perdió el equilibrio y abrazó al cardenal italiano, de 85 años, quien a causa de su edad no pudo participar en el pasado cónclave. A pesar del traspié, el papa continuó sin inmutarse con su programa oficial.
AGRADECE. Pero Jorge Mario Bergoglio -nombre real del Papa- ha agradecido a todos los cardenales su colaboración durante el cónclave y les ha instado a no caer en el «pesimismo».
«No tenemos que ceder al pesimismo y al desaliento (…) el Espíritu Santo dará a la Iglesia el valor de perseverar y buscar nuevos métodos de evangelización», ha declarado.
«La verdad cristiana es atractiva y persuade porque responde a la necesidad profunda del ser humano», ha añadido Bergoglio.
El papa Francisco ha subrayado también el sentido de «comunidad» que debe imperar entre los cardenales, «con esa amistad y cercanía que seguramente será un bien para todos».