La RAE acepta “Amigovio”, "lonchera" y “Papichulo” como nuevas palabras

Nuevas palabras han sido aceptadas por la Real Academia Española como nuevas palabras del idioma castellano. “Amigovio” y “Papichulo” ya son reconocidas para su uso en la región.

“Amigovio” es la persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo” y la citada palabra es utilizada en forma coloquial en la Argentina, México, Paraguay y Uruguay. Así es presentada en la 23° edición del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), que cuenta con 18.712 acepciones de origen americano.

La nueva edición del Diccionario, trece años después de su última salida en 2001, se armonizó con el Diccionario de Americanismos, de manera que se “acordó la inclusión de los americanismos que se usen al menos en tres países”, detalló el director de la obra, Pedro Álvarez de Miranda este jueves, al realizarse la presentación en el mundo.

Así, también se incluye “lonchera”, que denomina al “recipiente pequeño de plástico u otro material, que sirve para llevar comida ligera, especialmente los niños cuando van a la escuela”, o “basurita” –así, en diminutivo–, para referirse a “la partícula de suciedad, especialmente la que se introduce en un ojo”.

Sin embargo, algunas palabras tendrán que esperar a una próxima actualización, como el argentinismo “escrache”, que en palabras de Álvarez de Miranda “tuvo una vida fulgurante hace como un año y que podía haber entrado, pero los académicos han decidido esperar”.

Otras palabras del uso cotidiano en América y que sí fueron tomadas en cuenta para esta edición son “limpiavidrios” –utilizada tanto para referirse a las personas que realizan esa tarea como para hablar del compuesto químico que se usa– o los odiados “miguelitos”, palabra usada principalmente en la Argentina, Bolivia, Ecuador y Perú para referir a un “artefacto con clavos grandes y retorcidos”.

Un “hombre que, por su atractivo físico, es objeto de deseo”, en México, Paraguay y Puerto Rico es denominado “papichulo”, según detalla la nueva edición del DRAE, que también incluye la palabra “platicón”, para referirse a un charlatán.

Pese a que hace varios años no se utiliza esa tecnología, “bíper” fue finalmente aceptada e incluída. Sí, el aparato electrónico en cuya pantalla se leen mensajes. Por su parte, si alguien se encuentra atrasado en alguna tarea, se lo puede acusar de “tortuguismo”.

Álvarez de Miranda aclaró, en tanto, dudas respecto de palabras que figuran en ediciones anteriores del diccionario, y que continúan generando polémicas de lectores habituales. Una de las palabras sobre las que recae siempre el comentario es “almóndiga”, de la que se explicó que es una “variante histórica bien documentada de las formas etimológicas con –b–, y harto conocido el trueque de esa consonante bilabial por la también bilabial –m–”.

Sin embargo, dejó en claro que ya el “Diccionario panhispánico de dudas de la misma institución desaconseja expresamente el empleo de ‘almóndiga’ por ser propio ‘del habla popular de algunas zonas’”, y que la inclusión en el diccionario refiere exclusivamente al ser material de consulta, pero no para el uso diario.

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