Joven gana batalla en servicio de salud y se esteriliza

Holly Brockwell tenía 26 años cuando exigió ser sometida a una esterilización pues no deseaba tener hijos, pero recién cuatro años después ha logrado su propósito y fue operada en Londres.

Entre las primeras trabas que le pusieron era que «era demasiado joven» y luego fue ignorada, atacada y hasta tratada como si tuvieron algún problema psiquiátrico, pero ella insistía en que era su decisión y un derecho. 

«Todavía un poco aturdida y adolorida, pero eufórica. Porque por primera vez en mi vida, hoy sé a ciencia cierta que nunca voy a tener hijos», exclamó la joven mujer. 

Para algunos más bien esta sería una noticia devastadora, pero para la mujer algo que siempre esperó. Ella libró una batalla con el servicio de salud pública del Reino Unido y lo logró pero en Londres.

Fue un procedimiento simple en el Hospital St Thomas en el centro de Londres. Los médicos le hicieron una incisión en el ombligo, y le pusieron un clip de metal en cada una de las trompas de Falopio. 

«Yo ingresé y salí de la cirugía en menos de una hora, y me fuí a casa el mismo día, pude sentir náuseas, pero ya acabó», dijo. «Con los años, he oído los mismos argumentos una y otra vez, de los profesionales médicos, amigos y desconocidos, pero estoy conforme», dijo.

Cuando le preguntan sobre las razones de su desición, esta mujer simplemente dice que se quedará muy cómoda porque no tendrá que esperar un resultado positivo en una prueba de embarazo.

DURO MOMENTO. No obstante, Holly Brockwell contó que su madre sintió lo mismo que ella y pasó una serie de penurias al ser madre en varias ocasiones, sobre todo problemas maritales.

«Mi madre ha sabido por mucho tiempo que no me gustaría tener hijos y ha admitido que ella sentía lo mismo a mi edad. Con el tiempo le dio a mi padre de dos hijas, pero el se suicidó, eso llevó a mi madre a criar a sus hijos sola», confesó.

Contó que su madre incluso se esterilizó, pero más adelante se operó para invertir la esterilización porque se volvió a casar y supo que su nuevo marido quería hijos propios.

«Tuvo tres hijos más, pero su segundo matrimonio también fracasó, por lo que ha trabajado toda su vida para cuidar de nosotros, a menudo por sí misma», contó con desgano.

«No puedo agradecer lo suficiente ahora, pero se que formar una familia es tan duro, es algo que tienes que querer al 110 por ciento», finalizó.

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