Hace pocos días el pequeño Wilson estaba entre la vida y la muerte, pero sobrevivió gracias al corazón que le donó una niña que lamentablemente falleció en Piura.
El traslado del órgano desde la ciudad del norte del Perú a Lima -el pasado 10 de abril- debía ser en pocas horas para que Wilson pueda sobrevivir y gracias a la pericia de los pilotos de un avión y del helicóptero Bell 212 de la Fuerza Aérea Peruana (FAP), se logró el objetivo.
Finalmente el corazón donado llegó por avión y en helicóptero al hospital Edgardo Rebagliati, en Jesús María. Pero tras esos minutos valiosos, finalmente hoy Wilson y su madre fueron recibidos en las instalaciones del Grupo Aéreo N° 3, en el Callao, por el propio comandante general de la Fuerza Aérea, General del Aire Javier Ramírez Guillén, quien estuvo acompañado de la tripulación de la aeronave que hizo posible el traslado del órgano en el menor tiempo posible.
El pequeño visitante departió un grato momento con sus anfitriones y recibió de ellos algunos presentes, entre ellos la chaqueta de piloto de la Fuerza Aérea, que lo coloca como amigo de la institución.
El general Ramírez expresó su alegría por la recuperación de Wilson y su satisfacción por el hecho de que la Fuerza Aérea y sus miembros hayan contribuido en la noble tarea de salvar una vida, gracias a las coordinaciones entre EsSalud, el Ministerio de Defensa y la FAP.
Como se recuerda, el pasado 10 de abril, personal médico de EsSalud realizó con éxito una operación de trasplante de corazón. Este órgano, donado por una niña en Piura, tuvo que ser trasladado a Lima en vuelo comercial.
Ya en Lima, en el Grupo Aéreo N° 8, aguardaba la aeronave, dotada con visores nocturnos, que permitió la evacuación hasta el hospital Rebagliati en tan solo 10 minutos. Y la operación fue un éxito.
