El aislamiento social producto de la pandemia de la COVID-19 ha traído serias repercusiones en la vida de las personas, especialmente de los niños y adolescentes que tuvieron que cambiar las clases presenciales por las virtuales, afectando su relación interpersonal y por consecuencia su salud mental.
De acuerdo con la psiquiatra y jefa del Departamento de Salud Mental del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) Breña, Dra. Hilda Serpa Salazar, en la atención virtual, a través de la telemedicina, han detectado que los casos de ansiedad y depresión en niños y adolescentes se han incrementado.
Por ello, la especialista explica cuáles son los síntomas que deben ser identificados para conocer el estado de salud mental de los menores. “Las principales señales son el silencio, retraimiento, falta de sueño o pesadillas, irritabilidad, los niños dejan de jugar o cambian las funciones biológicas (alteran el apetito, comen mucho o se les quita el hambre)”, detalló.
La experta indicó que el rendimiento escolar también es buen indicador. Muchas veces los niños no quieren hacer las tareas, presentan falta de concentración y bajan en sus notas.
“Ante los primeros cambios en el comportamiento del niño debemos estar atentos, conversar con ellos para saber cuáles son sus preocupaciones”, señaló Serpa Salazar.
Respecto a los adolescentes, la especialista refirió que presentan cambios en su estado de ánimo, no quieren salir de la habitación, pierden comunicación con su entorno familiar, en algunos casos disminuye o aumenta el apetito y se reduce sus horas de sueño.
“Muchos jóvenes han alterado su ritmo de sueño porque permanecen más tiempo en las redes sociales, celulares, computadoras y videojuegos; si están mucho tiempo en estas actividades debemos estar atentos y solicitar ayuda”, recomendó la experta.
Trastorno de conducta suicida
En la etapa adolescente se presentan con frecuencia problemas de conducta alimentaria y trastornos de conducta suicida y auto agresiva. “La conducta suicida es bastante frecuente en adolescentes y durante la pandemia se ha evidenciado más”, acotó la Dra. Serpa.
Son múltiples los factores que pueden desencadenar conductas suicidas, entre ellos, la disfunción familiar, enfrentamientos entre los padres y peleas constantes. Es más frecuente en las chicas y tiene un trastorno depresivo de fondo. Los métodos de autoagresión que usan son los cortes o ingesta de medicamentos, por eso los familiares deben estar atentos a los cambios de conducta como irritabilidad, tristeza y retraimiento.
Por lo tanto, el Ministerio de Salud invoca a los padres a buscar actividades que sus hijos puedan realizar en casa. “La actividad física es fundamental tanto para el niño y adolescente, ahora que hay menos restricciones, pueden salir a dar vueltas al parque, caminatas de media hora o tomar un poco de brillo solar que es un excelente antidepresivo natural”, dijo Hilda Serpa.
También se pueden hacer rutinas de baile y gimnasia, o actividades manuales como dibujo y pintura, y si los niños tienen aficiones artísticas como la música sería ideal practicarlo dos o tres veces por semana.