El funcionario explicó que se trata de proteger las graderías, entre otros lugares del vestigio inca, del desgaste que implica las visitas que se reciben diariamente. "Estamos en pleno diseño y evaluación de los zapatos. Hemos empezado a trabajar el producto y esperamos encontrar en un corto plazo la solución que queremos", dijo el funcionario.
Asimismo adelantó que se trabaja en el diseño de una adecuada señalización dentro de la ciudadela -catalogada como una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo- y así mejorar la circulación de los turistas.
Sobre este último punto comentó que el tiempo promedio de visita debe ser tres horas, lo cual -según refirió- ya se ha comenzado a aplicar y verificar como parte de las tareas de protección.
De otro lado sostuvo que el INC-Cusco realiza unas 50 obras, de las cuales 33 son de arquitectura civil y religiosa. Para Machu Picchu se cuentan con siete expedientes de proyectos que se esperan iniciar el próximo año.
La ciudadela inca fue declarada Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad por la Unesco en 1983. El lugar constituía un centro de culto, observación astronómica y hacienda privada de la familia del inca Pachacútec.