El sondeo de la encuestadora Apoyo revela además que la situación es especialmente complicada para el presidente en el sur del país, donde un 84 por ciento rechaza su gestión, contra un 14 por ciento que la apoya. En Lima, su mejor plaza, su popularidad es de 33 por ciento.
Al ser interrogados los participantes en la encuesta sobre las razones de su rechazo a García, un 57 por ciento mencionó al alza de precios, un 41 por ciento al incumplimiento de sus promesas de campaña, un 37 por ciento a la falta de trabajo y un 34 por ciento al mal manejo de la economía.
Quienes mantienen su respaldo al mandatario lo hacen porque ha mejorado la imagen de Perú, porque cambió con respecto a su primer gobierno (1985-1990), porque trabaja en la reforma de la educación y porque promueve la inversión privada.
Al gobierno en conjunto no le va mejor: Un 73 por ciento rechaza su gestión, contra un 23 por ciento que la aprueba. El presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, tiene la aprobación de un 26 por ciento de la opinión pública y el rechazo de un 62 por ciento.
Llama la atención que la corrupción, con 43 por ciento, pasa ahora desapercibida como el principal problema de Perú, desplazando al desempleo (38 por ciento) y la pobreza (36), que solían disputarse ese lugar.