Como era de esperarse Montesinos limpió al ex presidente de las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos, intentó justificar la política de chuponeo telefónico pero además acusó al actual fiscal adjunto Avelino Guillén -que participa del juicio al ex presidente- de archivar denuncias de interceptación contra el régimen del ex presidente .
Precisó que Guillén rubricó un dictamen que libraba de responsabilidad, en dicho delito, al entonces mayor (EP) Roberto Huamán Azcurra y a Edwin Díaz Zevallos.
"El fiscal Avelino Guillén, en este caso, presentó la denuncia estableciendo que no estaba acreditado el delito ni la responsabilidad en este caso, con la finalidad de que este ilícito nunca fuera revelado", dijo.
Montesinos fue además desafiante con el fiscal José Antonio Pelaez Bardales e incluso se le permitió levantar la voz y ser irónico lo que en varios momentos arrancó la carcajada de Alberto Fujimori, como cuando mencionó que el ex vicepresidente Máximo San Román, le llevaba el cafecito al hoy procesado ex Jefe de Estado.
Finalmente, Montesinos pidió acogerse al silencio y al presidente de la Sala, César San Martín, no le quedó otra que levantar la sesión.
Muy tolerante
Al finalizar la misma, el fiscal José Antonio Peláez Bardales dijo que Montesinos ha lanzado acusaciones contra el fiscal Guillén, cuando este no estaba presente.
"La Sala ha sido muy tolerante..Pero estamos en un estado de derecho, Montesinos ya perdió el poder", dijo tras aclarar que para la fiscalía, "hemos salido favorecidos" a pesar que el interrogatorio debió ser más drástico e incisivo .
