Rómulo León Alegría, Alberto Quimper y el resto de implicados en el escándalo de los "Petroaudios", incluso los que no han caído todavía, merecen todo el peso de la ley. Sean o no apristas e incluso ministros o ex ministros, no hay duda que merecerían sanción, más aun porque toda señal de corrupción debe ser exterminada.

Rómulo León Alegría, Alberto Quimper y el resto de implicados en el escándalo de los "Petroaudios", incluso los que no han caído todavía, merecen todo el peso de la ley. Sean o no apristas e incluso ministros o ex ministros, no hay duda que merecerían sanción, más aun porque toda señal de corrupción debe ser exterminada.

Pero hay un detalle que algunos quieren pasar desapercibido. Se trata del reinicio de las acciones de chuponeo o interceptación telefónica y que todos creíamos exterminadas tras el fin del régimen de Alberto Fujimori y su ex asesor Vladimiro Montesinos.

Es público y consta en actas de diversas investigaciones de la Fiscalía y procesos en el Poder Judicial (PJ), que hay equipos de chuponeo o interceptación que fueron sustraídos del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) y cuyo paradero hoy es incierto. Incluso, la tesis de que estos aparatos se utilizan hoy para chuponear -a través de empresas privadas- es  real y válida.

Pero, ¿Quien tiene estos equipos?. A manera de confesión les comento que hace algunos días, un allegado a la policía me comentó que se manejan varias hipotesis en los sistemas de inteligencia, pero todas circundan en un solo fin, tirarse abajo  y por anticipado al gobierno de Alan García.

Primera posibilidad: El detalle que me comentó esta fuente, es que un millonario amigo del ex presidente Alejandro Toledo pudiera estar detrás. Ojo no es una afirmación sólo una hipótesis. El análisis refiere que es probable que el primer interés sería dinamitar la imagen del presidente Alan García, para que llegue cabizbajo y derrotado al 2011.

Esta versión tendría cierta validez en el entendido que para chuponear se necesitan millonarias sumas de dinero. No olvidemos las declaraciones del ex director de Inteligencia de la Policía, Jorge Cárdenas, quien en RPP comentó que el espionaje telefónico fluctuaría entre los 800 mil a 6 millones de dólares.

Segunda posibilidad: La tesis de que el fujimontesinismo estaría detrás podría también ser válida según nos comentó nuestro informante. Detalla por ejemplo que aquí pudiera estar el interés de personajes aún en prisión y otros prófugos, llámese militares, ex ministros, etc, quienes esperarían que Keiko Sofía Fujimori entre al gobierno para que indulte a su padre el ex presidente Alberto Fujimori y luego proceda con igual beneficio en el caso de otros procesados por corrupción.

"Quizá algunos entran en desesperación en prisión y promueven estos actos para forzar la salida anticipada del régimen aprista..", remarcó nuestra fuente.

Tercera Posibilidad: Otra hipótesis tendría que ver con el pleito entre empresas y transnacionales que pugnan por inversiones en el país. Ya vimos que en el caso de Discover Petroleum se investiga si detrás algunos competidores pudieron promover una millonaria inversión para interceptación telefónica. Cualquier iluso pensaría que las ganancias que se estiman en 150 millones de dólares justificarían bajarse a la otra parte. 

Estas suposiciones podrían tener validez pero hay una realidad, el chuponeo telefónico ha regresado y con fuerzas, ya vimos como cayó un Gabinete Ministerial, pero esto no puede ensombrecer al país y menos que empresas privadas afecten la privacidad de nuestras telecomunicaciones, no sólo de los periodistas, sino de las autoridades o incluso de ustes mismo que ahora nos lee.  

Dejemos que las investigaciones sigan su curso y confiemos en nuestras autoridades. Esta es sólo una pista que manejaría la Policía Nacional, pero como todos sabemos, tras la experiencia de la corrupción del régimen fujimontesinismo, "todo es posible".

Antonio Manco – Periodista

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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