El primero en levantar la voz fue el legislador Isaac Mekler, quien dijo creer que Obregón "no tendrá ningún problema" en ponerse a derecho.
"Estoy seguro de que ella pedirá levantar su inmunidad, porque si fuera mi caso, yo inmediatamente la pediría", comentó Mekler.
Con él coincidió el también nacionalista José Maslucán, quien pidió a Obregón que se someta a investigación. "Ella tiene que responder por el nivel de vinculación que tiene con Max Caller. Debemos conocer cuándo laboró con ella", comentó.
Sería repudiable pensar -agregó- que una persona que laboró con Obregón en el Legislativo esté implicada con el narcotráfico. "Ella tiene que dar la cara, exponer su punto de vista y explicar cómo este señor ingresó a laborar con ella. Esperamos sus aclaraciones", sentenció.
MULDER. El aprismo fue mucho más duro con Obregón. Mauricio Mulder comentó que tras conocerse el caso de Max Caller "está claro" que la actividad cocalera tiene vínculos con el narcotráfico, por lo que pidió a Obregón que levante su inmunidad.
"Si este hecho se verifica, ella va a estar en serios problemas, porque el Parlamento no puede albergar a figuras políticas vinculadas al narcotráfico", dijo.
Una fuente reveló a Correo que la procuradora antidrogas Sonia Medina solicitará a la Dirección Antidrogas de la Policía citar como testigo a la congresista Obregón en la investigación abierta contra Max Caller.