En la práctica Morote, con sólo cumplir las tres cuartas partes de su condena, podría pisar las calles de Lima pese a que dicha norma fue derogada en el 2009.
Con documentos en mano, el abogado Sebastián Chávez, defensor legal de Morote, informó al diario Correo que el senderista solicitó su semilibertad ante el director del penal de Piedras Gordas el 7 de setiembre del 2009, un mes antes de que se anulara el beneficio.
Han pasado nueve meses y el expediente ya ha sido compaginado con los informes sicológico, social y laboral que efectuó el penal de Piedras Gordas. Incluso, el pasado mayo se culminó con el informe jurídico, que, según Chávez, sufrió una traba.
DOS PROCESOS. Según detalló Chávez, al momento de realizar el informe jurídico se le informó que Morote tenía dos procesos judiciales con mandato de detención, por lo que era imposible que acceda al beneficio.
Sin embargo, la Sala Penal Nacional le informó que hubo un error, pues en lugar de colocar el nombre de su hermano, Ostap Morote Barrionuevo, en el expediente, se colocó el nombre de Osmán.
«El 14 de mayo último he sido notificado y ha quedado claro que Osmán no está procesado. Caso similar ocurrió con la Corte de Junín, donde se le requería para que rinda una declaración, pero ya se ha notificado que mi patrocinado nunca ha estado procesado allá», indicó el abogado.
Resuelto el tema, el camarada Remigio -como era llamado Morote- ya no tendría ningún impedimento para que su expediente no sea concluido, pues ahora sólo está a la espera de la entrevista personal con la representante de la Fiscalía.
Morote lleva 22 años en la cárcel desde que fue detenido en 1988, tras ocupar la dirección del Comité Regional Norte de Sendero Luminoso. Con ese tiempo en prisión, ya habría cumplido las tres cuartas partes de su condena de 25 años.