El presidente Alan García reafirmó ayer su respaldo a la posibilidad de aplicar la pena de muerte en el país para delitos graves, pese a la discrepancias de su premier Javier Velásquez y el ministro de Justicia, Víctor García Toma.
García invocó al Congreso a que tome en cuenta el sentimiento del 80% de la población que, señaló, pide la aplicación de la pena capital para los delitos graves “como se hace en China y en muchos países”.
“Yo soy de los que creen que hay ciertos que crímenes deben pagarse con la vida (…) En China el año pasado fusilaron a 5,000 criminales, ladrones, alcaldes que se robaron la plata y ¿qué pasó?, nada”, indicó García, quien añadió que él “le cortaría la cabeza” a los violadores de niños.
Por lo pronto, añadió, el Congreso debería establecer que “cuando hay dos delitos graves (se aplique) la cadena perpetua automática. Punto, y ya no salen: se irán al medio de la selva”, indicó durante su visita a las obras del Estadio Nacional.
El mandatario señaló que las instituciones no están expresando la voluntad del pueblo. “Creo que nuestra sociedad debe ser severa y lamentablemente las instituciones no expresan la voluntad nacional. Si no tomamos cartas firmes y severas, vuelve el terrorismo nuevamente, la delincuencia común y los violadores”, dijo.