La congelación de óvulos por el proceso de vitrificación, para aquellas madres que quieren postergar la maternidad, es un método seguro que no parece implicar peligros para la eventual descendencia, según afirmó un estudio dirigido por la Universidad McGill, en Canadá.
La vitrificación, al contrario a la congelación regular que produce cristales de hielo que pueden perjudicar al óvulo, los enfría lo suficientemente rápido para que la transformación de líquido a sólido sea instantánea. Esto significa que no se forman cristales de hielo.
Según el estudio, publicado en Reproductive Biomedicine Online, el índice de defectos de nacimiento entre los niños fruto de óvulos vitrificados es de 2,5 por ciento, porcentaje comparable a los de los embarazos naturales o por fecundación in vitro.