Así lo aprobó, el martes 17 por amplia mayoría, la Comisión de la Mujer y Desarrollo Social que preside la congresista Karina Beteta (UPP), con la sola abstención de la congresista Hilaria Supa (GPN), quien dijo que las leyes existen en el país pero que no se cumplen y que ésta podría ser una más de ellas.
Para la mayoría de las parlamentarias, el proyecto de autoría de la congresista Mercedes Cabanillas (PAP) significa un paso adelante en la lucha contra la segregación de género, tal como lo testificaron algunas congresistas.
En efecto, la parlamentaria Luisa María Cuculiza (GPF) refirió que ella misma fue objeto de discriminación en un distinguido club social y sostuvo que, paradójicamente, las mujeres de clase alta, a diferencia de otros sectores sociales, sufre este problema con mayor incidencia y de manera inaceptable en nuestros tiempos.
En ese sentido, dijo que en un determinado club la mujer no puede ser socia. Si el local está lleno se ve obligada a salir y ubicarse fuera de las instalaciones; y pierde sus derechos si se divorcia de su pareja, socio de la organización. “Aunque felizmente esta situación está cambiando con la modificación de los estatutos”, afirmó.
La congresista Cenaida Uribe (GPN) dijo que algunas mujeres son renuentes a la separación conyugal, pese a los maltratos, para no dejar de ser parte del club y sus beneficios.
Las congresistas Helvezia Balta (PAP), Rosa Venegas (UPP) y Beteta Rubín, coincidieron en la necesidad de impulsar disposiciones legislativas que protejan a la mujer contra la discriminación.
