En declaraciones a RPP, alegó una "cuestión de principios", aunque reconoció que Simon "hoy tiene todo el derecho de asumir la vida política".
Sin embargo, las palabras del general fueron puestas en duda por el experto en temas de terrorismo Carlos Tapia, quien indicó que éste se fue porque perdió la confianza de sus jefes ante su incapacidad para ubicar al prófugo ex ministro Rómulo León Alegría, protagonista del escándalo de corrupción petrolera que remece la política peruana.
Como se sabe, Simon fue detenido en 1992 por supuesta militancia en el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y se le condenó a 20 años de cárcel por apología del terrorismo. Ocho años y medio después fue indultado por el presidente Valentín Paniagua.
Cárdenas dijo que su alejamiento de la jefatura de Inteligencia obedece a que él estuvo en la lucha contra el MRTA y por tanto no puede trabajar junto a alguien que supuestamente estuvo involucrado con ese grupo, responsable de más de 1.000 muertes entre 1980 y 2000, según la Comisión de la Verdad.
