A través de un comunicado, este portafolio rechazó las versiones periodísticas según las cuales este miembro del cuerpo policial perdió la vida debido a que no recibió la atención médica pertinente para sus graves heridas.
“(…) Es procedente rechazar versiones inexactas que ponen en cuestión el alto nivel de prestaciones que el personal de salud de la Sanidad de la Policía Nacional brinda permanentemente a los efectivos policiales que en cumplimiento de su deber resultan víctimas”, señala uno de los puntos del comunicado.
Asimismo, el texto indica que luego de la emboscada, el Comando Policial de la zona dispuso la atención de los heridos en la ciudad de Tingo María con todos los recursos necesarios.
Se envío también, indica, un grupo de especialistas médicos conformado por emergencista, cirujano general, urólogo, cirujano de tórax, enfermera y auxiliares de emergencia con equipos necesarios, entre estos un ventilador mecánico portátil.
Señala que en Tingo María el suboficial Martínez Galindo fue diagnosticado con traumatismo toráxico y abdominal abierto, causado por proyectil de arma de fuego, por lo que fue sometido a cirugía, con los medios adecuados y empeñando el mayor esfuerzo posible para atender su grave herida y estabilizarlo.
Ya en Lima, Martínez fue sometido a una nueva intervención en la cual se determinó que la evisceración generada por las heridas había generado una infección con focos múltiples.
“Lamentablemente, el paciente no pudo superar su crítica condición post operatoria y a pesar de la diligente y experta acción clínica brindada, falleció el 28 de noviembre a las 04.00 horas”, puntualiza el comunicado.
“Como en todos los casos, la información pertinente sobre el estado de salud del paciente SOT Próspero Martínez fue brindada oportunamente a sus familiares directos, cuyo duelo merece cabal respeto y no debe ser objeto de aprovechamiento sensacionalista”, añade.
