Este acto insano llegó al extremo de que los cazadores incluso extrajeron los fetos de las vicuñas preñadas. Otro grupo disparó a diestra y siniestra contra los animales y dejó algunos moribundos huyendo del lugar pues aparentemente habrían sido divisados por las autoridades policiales.
Lo normal es que cada seis meses se realice "el chapu" o corte natural de la preciada fibra, pero manteniendo vivas a esta especie de camélidos peruanos.
En el lugar se hallaron 45 cueros de vicuña, municiones y casquillos de fusiles. Se presume que los delincuentes se llevaron poco más de 60 mil dólares en fibra.
Los comuneros, quienes mantienen a las vicuñas en estado natural, denunciaron la poca presencia policial en la zona y la desatención de las autoridades.