Aráoz, quien hace poco promocionó los carnavales que se desarrollan en diferentes puntos del país, aprovechó la ocasión y viajó a Rioja en compañía del congresista aprista Aurelio Pastor y de otras autoridades.
La guapa ministra se animó a disfrutar de las celebraciones y bailó sin parar durante las 15 cuadras que duró el recorrido carnavalero.
Los pobladores del lugar le echaron talco, pero no la mojaron. Después, a pedido de los lugareños, tomó un hacha y tumbó una umsha (palmera) que estaba adornada con juguetes y regalos.
Los presentes ovacionaron y aplaudieron a la funcionaria, quien –según la tradición- tendría que regresar el próximo año a Rioja para colocar una nueva palmera.