En el sketch Fujimori permanece inquieto en su celda de la Diroes, cuando aparece su hijo Kenji y le dice que sus días de sufrimiento han terminado.
De pronto aparece un vocal supremo quien no sólo le promete fabricar un habeas corpus, sino que además con las firmas y huellas digitales de otros vocales, al puro estilo de los narcos que fugaron recientemente en la realidad.
Sólo hay un inconveniente, hace falta que al momento de la liberación firme la secretaria de juzgado para lo cual deciden que Keiko -interpretada por el gordo Casaretto- se disfrace de magistrada y rubrique la excarcelación.
El "chino" logra que el INPE viabilice su pedido y se le abren las puertas de la Diroes, pero cuando está saliendo hace falta la firma. Keiko saca el lapicero firma y tras unos pasos del chino saliendo del penal, el custodio se percata que la hija del ex presidente firmó con su nombre. "Usted no puede salir", le dicen y Fujimori es recluído de nuevo.