Guillermo Gino Dávila Mendoza, de 27 años, fue intervenido por la Policía Nacional en la cuadra 4 de la avenida Raúl Ferrero, cuando estaba al volante de su automóvil de placa TGU-004, que de color guinda pasó a ser negro al saberse identificado y buscado por las autoridades.
El detenido confesó que cometía sus delitos porque estaba enamorado y el dinero no le alcanzaba para satisfacer los caprichos de su exigente enamorada. Además indicó que empleaba el desarmador para defenderse de sus victimas.
Según informó el jefe de la División de Investigación (Divincri) de Miraflores, comandante Henry Huerta, Dávila Mendoza dio la misma versión durante el interrogatorio al que fue sometido.
Posteriormente, la Policía allanó la vivienda de Guillermo Dávila, en la zona de Manchay, donde escondía gran parte de las pertenencias de sus pasajeras. Decenas de bolsos, carteras, relojes, joyas, ropa, perfumes, entre otros enseres, fueron recuperados por las autoridades.
El taxista-asaltante permanece detenido en la sede de la Divincri de Miraflores donde en las últimas horas al menos 8 mujeres se acercaron para ratificar la denuncia en su contra.
Cada una fue reconociendo sus pertenencias en una larga mesa donde se colocó decenas de carteras, bolsos, mochilas y otros objetos que el falso taxista hurtó en los últimos meses.
¿Transtorno psicopático?
Fuentes policiales revelaron a este portal que el detenido sería sometido a una evaluación psicológica para descartar algún transtorno mental. "Podríamos estar detrás de un psicópata que recuerda un estado de decepción pasado y lo refleja en sus actos agresivos contra las mujeres o simplemente que el detenido pretende fingir un transtorno mental para menguar su condena", precisó la fuente.
Agregó que llama la atención que este sujeto haya coleccionado las carteras, joyas, perfumes de sus víctimas en su vivienda, cuando se supone que un ladrón profesional se deshace de estas pruebas.
