"Suplico que por favor nos investiguen todo lo que quieran, pero no nos priven de nuestra libertad", manifestó Eva Bracamonte tras enfatizar que pese a las diferencias que tenía con su madre, la "adoraba" y mantenía buenas relaciones con ella.
Bracamonte Fefer aseguró además que el dinero jamás fue prioridad en su vida, y dijo que prueba de ello fue que solventó ella misma sus gastos durante su estadía en Israel.
"El dinero en sí mismo no me importó demasiado", sostuvo al tiempo de resaltar la labor que realizó Liliana Castro en la empresa Sideral, que forma parte del patrimonio que le dejó su abuelo materno.
Por su parte, Castro Manarelli negó estar extorsionando a Eva Bracamonte y culpó a la prensa por la situación que vienen atravesando. "No puede ser que sin pruebas concretas en nuestra contra se nos prive de nuestra libertad. Tenemos ganas de demostrar nuestra inocencia ante el Perú entero", expresó.
La diligencia se llevó a cabo en la Sala de Audiencias del Penal de Mujeres de Chorrillos, ex Santa Mónica, donde se evaluó el pedido de libertad de ambas jóvenes.