Marco Verasmendi, acusado de pertenecer al supuesto grupo criminal y quien actualmente se encuentra recluido en el penal Castro Castro, alegó inocencia y denunció que los efectivos lo torturaron y drogaron para que se autoinculpe en una declaración firmada.
“Los Pishtacos” son acusados de secuestrar y descuartizar a sus víctimas para vender la grasa humana a mercados de cosméticos en Europa al imitar un mito andino .
En declaraciones a Panamericana Televisión, Verasmendi desconoció la confesión que dio a la Policía y manifestó que la misma la hizo cuando le sirvieron un vaso de gaseosa, el mismo que lo mareó inmediatamente.
“Después de hacerme tomar esto, me han hecho hablar. No recuerdo lo que he hablado. Yo soy un pobre. No tengo casa”, refirió.
Asimismo, narró que fue sometido a una serie de torturas durante los interrogatorios y que le sembraron un arma de fuego. “Me han calateado y me han metido en un tacho de agua, con Ace (detergente) y lejía. Después me han pegado”, anotó.
También acusó a tres policías que se acercaron hasta su celda en Castro Castro, el 9 de diciembre pasado, para ofrecerle una serie de beneficios a cambio de que acepte su culpabilidad.
“Cuando han venido los “Dirincris” (policías de la Dirección de Investigación Criminal), me han dicho que colabore y que firme un documento (…) Me decían que me iban sacar mi documento a otro país, que me iban a comprar mi casa y que me iban a mandar a otro sitio porque acá (la prisión) me pueden matar”, declaró Verasmendi.