“Sería bueno hablar también de los policías caídos y de las víctimas civiles”, señaló el ministro del Interior tras aclarar que “la Policía no necesita escuadrones de la muerte”, pero sí los instrumentos necesarios para combatir la delincuencia en mejores condiciones”.
Sin embargo, reconoció que en cualquier institución pueden existir elementos equivocados que deben ser identificados y sancionados. De esa manera dejó abierta la posibilidad de que malos policías pudieron actuar al margen de la ley.
En todo caso dijo que la investigación sobre muertes de delincuentes no esclarecidas ya está en manos de la fiscalía y el Poder Judicial, y al interior de la institución a nivel administrativo.
“Nada de esto nos va a detener en el trabajo en favor de la seguridad”, afirmó Salazar, a la vez que garantizó que la policía siempre actuará respetando los derechos humanos.
En la misma sesión el general Raúl Becerra Velarde, director territorial de la PNP en La Libertad, también descartó la existencia de un comando de aniquilamiento porque, según dijo, las intervenciones están a cargo de distintas unidades policiales y no de una sola dependencia.
También aclaró que el uso de armas de fuego por parte de los efectivos policiales se da en forma reglamentaria y dentro del marco de la ley.
En otro momento dio algunos alcances del accionar policial en Trujillo como las actividades de un grupo de intervención rápida y la existencia de un plan de alarma vecinal.
Durante sus intervenciones, parlamentarios como Carlos Raffo (GPF), Lourdes Alcorta (UN) y Mercedes Cabanillas (Apra) expresaron su respaldo a las autoridades policiales presentes, entre ellas el director PNP Miguel Hidalgo.