El legislado José Antonio García Belaunde y un grupo de periodista recorrieron la ciudad sureña y se llevaron desagradables sorpresas.
Aunque usted no lo crea, por ejemplo, el local municipal de Pisco sigue inhabitable y nadie a movido un dedo para su refacción. La catedral de la ciudad no se ha construido y sólo un montículo de piedras más una cruz es lo que se encuentra en el lugar.
Mas doloro aún es ver como estudian los niños de Pisco. Uno de los colegios no refaccionados corresponden al colegio San Martin en Pisco Playa.
"Sólo hay esteras que cubren del sol, pizarras rotas, mobiliario y carpetas en mal estado", detalló la periodista Marianela Lastarria.
Finalmente centenares de viviendas inhabitables hoy sirven de refugio para familas abandonadas a su suerte, algunas