“Es una mal entendida tolerancia, permiten apología al delito. Estoy seguro que la Cancillería está tomando acciones en el tema mediante sus embajadas, hacerle ver a esos gobiernos que el terrorismo ha generado mucho dolor y daño en nuestro país”, comentó en diálogo con RPP.
Reiteró además que para el país y el estado de derecho, el rezago de terrorismo no representa un peligro, pero sí para las personas de determinadas zonas, como en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), donde el ministro se encuentra para verificar el estado de las bases, el personal y el equipamiento que usan.
“En esta zona sí representa un peligro, por lo que buscamos que el problema se acabe lo antes posible. El problema se ha ido extendiendo con el paso de los años y le ha tocado a este gobierno enfrentarlo”, explicó.
Migración hacia el VRAE y motivación de terroristas Agregó que existe una migración de personas hacia dicha zona, movida por la necesidad y el deseo de ganar dinero del narcotráfico, debido a que el lugar es muy productivo para la siembra de la hoja de coca.
“Pero es sorprendente ver como los soldados pueden están dispuestos al combate a pesar de estar en riesgo de quedar heridos o morir”, remarcó.
Sobre el tema, consideró que los rezagos terroristas que transitan en la zona están motivados por un interés económico, pero no dejan de tener ideología marxista, y que el trabajo del Estado en la zona debe incluir mejoras para los pobladores del lugar que quieren dedicarse a otras actividades.
“Mientras no haya vías de comunicación que permitan a nuestros campesinos comercializar sus productos, los planes de cultivos alternativos no funcionarán”, detalló.