El minero, quien hacía de «presentador» en los videos que enviaban los 33, comenzó a gritar «¡Viva Chile, mierda!» cuando aún iba ascendiendo por el ducto.
Luego un socorrista le gritó desde la superficie «Apúrate, Mario», a lo que él contestó desde abajo: «¡Ya vamos!», lo que motivó las risas de quienes lo esperaban arriba.
Una vez que salió de la cápsula -casi una hora después que Florencio Ávalos- preguntó, como si nada hubiera pasado, «¿Cómo estamos?» y luego dijo a todos los presentes: «Se pasaron mijitos».
Después besó a su señora y se agachó para sacar de un bolso que traía colgado unas piedras que trajo desde el fondo de la mina, las que repartió entre los rescatistas y autoridades que de seguro estaban más nerviosos que él.
Al Presidente Sebastián Piñera lo abrazó efusivamente en varias ocasiones, mientras que al ministro de Minería, Laurence Golborne, lo saludó con un coloquial: «Jefazo».
También bromeó con que le iba a pedir trabajo a André Sougarret, jefe de los rescatistas y ejecutivo de Codelco.
http://www.youtube.com/watch?v=ugXLwjXXQIU
