Por Antonio Manco
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El verdadero dolor de cabeza para la popular web es mantener «en línea», documentos, audios e imágenes alojados en diversos servidores. Desde que Wikileaks empezó a difundir de forma dosificada los 250 mil archivos reservados y secretos de la diplomacia norteamericana, los hacker´s y los mercaderes de la información online, no cesan en atacarla.
¿Qué intereses hay detrás? Sólo para que tengan una idea, hoy Wikileaks ha difundido menos del 0.5% de los cables reservados que embajadores norteamericanos en todo el Mundo, enviaban a Washington, es decir, todavía hay mucho pan por rebanar.
¿A QUE LE TEMEN? Por ahora algunos medios de comunicación se han centrado en los asuntos políticos o aquellos de relevancia supina o farandulera. Sin embargo, los cables seguro traen más que eso. ¿Se imagina usted si detrás hay algún negociado gubernamental con las millonarias transnacionales, licitaciones con empresarios allegados a la Casa Blanca?.
¿Y que secretos habrá en esos cables en torno al sistema financiero de los Estados Unidos? No olvidemos que Washington salvó a varias entidades crediticias de la crisis financiera del año 2008, que se desató de manera directa debido al colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos.
¿Qué secretos encontraremos sobre el poderío militar norteamericano o las negociaciones bélicas con Israel?. ¿Qué habrá sobre el patrimonio de ciertos políticos de renombre? ¿Qué otros líos de faldas o infidelidades de los poderosos conoceremos? No olvidemos a Bill Clinton y Silvio Berlusconi. También están aquellos que buscan información para luego chantajear o buscar favores políticos.
Entonces, ¿No cree usted, que quienes temen al golpe por la difusión de esta información no dudan en invertir millones para sacar de la red a Wikileaks?
LAS CONSECUENCIAS Por ahora la web de Wikileaks ha recibido ataques DoS y DDoS de todo el Mundo, a diario y a todas horas. Para ilustrarlo: Un grupo de hacker’s agota los recursos de un servidor lanzando excesivas consultas o clicks a un sitio web para sacarlo de línea.
Por ello, Wikileaks optó por alojar el subdominio http://cablegate.wikileaks.org en la popular red Amazon, una de las más resistentes del Mundo. Bastó unas horas para recalentar los servidores de la proveedora; preocupados, sus ingenieros recomendaron retirar a Wikileaks y así lo hicieron.
Otros, más avezados, advierten que en realidad Amazon recibió presiones del Gobierno Norteamericano para vetar a Wikileaks. Ahora, es obvio que este festín de información va a continuar, se van a herir más suceptibilidades, muchos caerán en desgracia, quizá ciertos países se enfrascarán en amenazas bélicas, en fin. La idea es que mientras dure la difusión de información en Wikileaks, la Internet no llegue a colapsar. Eso si sería preocupante.
