Junto a su inseparable PPKuy, PPK bailó desde danza cajamarquina, música de la selva, el pegajoso «Panamericano» y hasta reggaeton.
El postulante sostuvo que le gustaría que su mensaje llegue a los jóvenes y comentó que pese a su edad, aún puede bailar y divertirse como cualquier joven.
PPk también agarró de punto a su PPKuy y es que quiso repetir el gesto del tocamiento indebido del que fue víctima en el Callao.
Finalmente mostró sus dotes culinarias y se animó a cocinar unos huevos revueltos que luego saborearon varios jóvenes que lo observaban en los palcos.
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