Ha enviado una carta a sus compañeros en la que critica con dureza a la dirigencia aprista. ¿Por qué rompe su silencio justo ahora?
Porque siempre creí que si hablaba antes, podía pensarse que quería algo. Ya estamos culminando el gobierno y no hay nada a qué aspirar, entonces ha llegado el momento en que debemos reflexionar e iniciar un proceso mirando al futuro, sin odios, sin rencores, sin pasiones, dejando de lado a algunos que tengan responsabilidades políticas.
¿Quiénes deben dar un paso al costado?
Momentáneamente, todos los que han salido derrotados, todos los que han tenido un cargo importante y a criterio del pueblo aprista no han cumplido con su misión.
¿Empezando por Jorge del Castillo?
Sí, empezando por él, porque no ha sabido adoptar una política a conciencia aprista para comportarse en estos últimos tiempos. La desesperación lo ha llevado a cometer graves errores. Tiene también que detenerse e iniciar un año sabático, de descanso.
¿Cuáles son los principales errores de la dirigencia?
Creo que dos son los errores más graves. El primero es que el partido no ha estado inserto dentro del gobierno para desarrollar una acción que conlleve a mostrarle al país que, habiendo ganado el partido la elección, estaba desarrollando sus ideas.
Eso es más responsabilidad del Presidente…
No sólo es culpa de él, sino también de los ministros apristas, que tampoco han cumplido con su papel aprista. Hay ministros que se han jactado de que en su gestión ningún aprista ha entrado a trabajar a su ministerio. Eso lo dijo Mercedes Cabanillas o Luis Alva Castro. El otro error es no aplicar nuestras ideas de siempre, que podían servir para gobernar mejor.
Usted ha señalado que los apetitos debilitaron al partido. ¿A quiénes se refiere?
A la dirigencia, a todos los que han dirigido el partido, a los secretarios generales (Jorge del Castillo y Omar Quesada), al presidente de la Comisión Política (Javier Velásquez Quesquén) y a aquellos que no han sabido asumir su rol. Lamentablemente nos han llevado a esta confusión, primero sacando al candidato a la alcaldía de Lima, segundo sacando a la candidata a la Presidencia y tercero esta debacle electoral.
¿Cree que el candidato presidencial debió ser del partido?
Creo que Mercedes Aráoz no representaba ni el sentimiento ni el pensamiento aprista. No le puedo negar sus dotes de una buena tecnócrata, pero creo que le faltó fortaleza política. Yo hubiera preferido que sea un aprista. Hubiera preferido incluso que sea Jorge (del Castillo). Aun con los problemas que él tiene, era el mejor candidato del partido en ese momento.
Pero no ha conseguido ni una curul…
Porque el comportamiento posterior ante el país lo ha desbancado. El comportamiento que tuvo con ella (Mercedes Aráoz), después de haberla apoyado y no haberla podido controlar como él hubiera querido, generó que ella termine como víctima y él como victimario. Además, un victimario mostrado ante el país como ambicioso, como desesperado de poder. Eso es lo que lo ha tirado al suelo. Fue un gravísimo error.
¿Aspira a tener el carné aprista?
Sí, toda mi vida he sido aprista, toda mi vida me he dedicado a la política en el partido y me gustaría volver. No aspiro a ningún cargo ejecutivo porque comprendo que soy una persona discutida, no le haría bien al APRA que yo pretendiera tener una responsabilidad principal, porque nuestros enemigos inmediatamente aprovecharían esa circunstancia para cebarse conmigo y con el partido.
En su carta plantea una amnistía para los ex apristas. ¿Cree que es viable su retorno?
Es una amnistía para todos aquellos que en algún momento han disentido con el partido y debe servir para que todos puedan regresar. No he planteado esto formalmente, sino que creo yo que debe ser una iniciativa del partido. Además, en la historia del partido se ha dado muchas veces. Mi interés está en tratar de encontrar un momento en el cual todos reflexionemos y tratemos de ver el futuro sin odiosidades, sin enconos. Lo digo yo, que me he pasado seis años y medio preso. Yo podría ser un exacerbado, un exaltado, alguien que pide sangre de los demás, que además me abandonaron en los momentos difíciles a pesar de que fui cumpliendo…
¿A eso se refiere cuando dice en su carta que «hay que poner fin a la cobarde práctica de abandonar a los compañeros»?
Creo que un poco. Aunque mi caso todavía es de mayor gravedad, sobre el cual prefiero no hablar. Cuando apague usted su grabadora, hablaremos.
Hace algunos años se emitió un video en Cuarto Poder en el que usted decía que «había recibido órdenes» para reunirse con (Vladimiro) Montesinos…
Eso fue hace cuatro años. Sí, así es, yo señalé eso, pero también vamos a hablar de eso después.
¿Quería enviarle un mensaje a alguien?
No…
Pero usted sabía que lo estaban grabando…
Sí, pero señalé que las órdenes las recibía de mi conciencia. Fue y no fue un mensaje.
Parecía un mensaje a Del Castillo (secretario general en aquel momento)… Aunque otros señalaron que era un mensaje al propio Alan García (presidente del partido)…
No, Alan García no tuvo nada que ver en este tema. Él no estaba en el país, así que no participó de esto.
¿Entonces fue un mensaje para el secretario general de aquel entonces (Jorge del Castillo)?
(Al secretario general) de ese momento y a otras personalidades…
¿De ellos recibió la orden de reunirse con Montesinos?
(Silencio)… Después trataremos este tema. Éste es un tema que yo quiero ya dejar en el olvido, porque han pasado más de 10 años, 11 años de este hecho, que me apena mucho y que no quiero volver a tratar en el futuro. Por eso es que no pretendo un cargo de primer nivel en el partido, porque esta pregunta va a ser hecha permanentemente y no estoy dispuesto a que mi presencia genere más problemas a la institución.
¿Se arrepiente?
(Silencio prolongado)… Bueno, sí, me arrepiento, me arrepiento. Lamentablemente ya pasó. No tiene sentido llorar sobre la leche derramada.
