Todo empezó cuando un grupo de desadaptados pretendieron saquear una botica InkaFarma en la ciudad el pasado 25 de junio, a los minutos llegaron dos patrulleros, se supone para controlar la situación.
Lejos de cumplir su trabajo, los efectivos policiales empezaron a beber licor, mientras en el centro de la ciudad, la violencia se desbordaba.
Un grupo de vecinos indignados grabaron las imágenes, así como la placa del patrullero KR-9012 para que exista una sanción ejemplar.
http://www.youtube.com/watch?v=MzCMHTuSWnc