El presidente Ollanta Humala lamentó los disturbios que ocurren en Espinar, en Cusco, en contra de la minera Xstrata y culpó de ello a «grupos de la misma filiación intransigente y violentista que los grupos en Cajamarca» y los acusó de tratar de imponer «un petitorio extremista».
En declaraciones a Panamericana Televisión, el mandatario aseguró que se instalará una comisión multisectorial para darle solución a los requerimientos de los pobladores pero pidió «diálogo a ambas partes».
«Hay una deuda del Estado histórica con estas poblaciones y debe ser resuelta por el Estado más que por la empresa», declaró.
Refirió que la viabilidad de Conga pasa por una decisión popular y pidió no «contaminar el agua con ideologías y exacerbaciones».
Alegó que recibió «un proceso con Estudio de Impacto Ambiental aprobado del gobierno anterior» y que como mandatario no puede «patear el tablero ni desconocer los acuerdos del Estado».
Reconoció que sí puede exigir más a la empresa para mejoría de las poblaciones pero a cambio pidió a las autoridades regionales que «los recursos aportados sean bien utilizados por autoridades políticas y no sean para hacer bulla y no a trabajar por su región. Esto causa descontento, es jugar con las expectativas del pueblo», enfatizó.