Actualmente el candidato presidencial de Gana Perú, Ollanta Humala, ha quedado absuelto de los crímenes que se le imputaron por el caso Madre Mía en el valle del Huallaga, pero los hechos no pasaron desapercibidos para la Embajada de Estados Unidos.
Actualmente el candidato presidencial de Gana Perú, Ollanta Humala, ha quedado absuelto de los crímenes que se le imputaron por el caso Madre Mía en el valle del Huallaga, pero los hechos no pasaron desapercibidos para la Embajada de Estados Unidos.
Así lo demuestra el cable N° 51973 de Wikileaks publicado por El Comercio, el cual lleva la firma del embajador James Curtis Struble. En el documento, fechado el 6/2/2006, se describe el testimonio de un oficial del ejército estadounidense (cuya identidad se mantiene en el anonimato), el cual hizo amistad con el candidato presidencial Ollanta Humala a finales de los años 90 mientras estudiaba en nuestro país:
“Él [Humala] habló en varias ocasiones sobre su experiencia como capitán en las montañas, y de haber cometido algunos actos de los que no se sentía orgulloso […]. Habló de haber matado rebeldes y de las técnicas de tortura empleadas (‘electric shock’, golpizas y violaciones). No creo que haya tenido el estómago de violar a nadie, pero sabía que ocurría”.
LAS VERSIONES DE TAPIA En ese mismo cable, también son recopiladas las opiniones de reconocidos activistas por los derechos humanos de ese entonces. Uno de ellos es, paradójicamente, Carlos Tapia, asesor principal del partido Gana Perú, a quien se lo menciona como colaborador del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Idehpucp).
Tanto Tapia como Javier Ciurlizza (también del Idehpucp) afirmaron a funcionarios de la Embajada de Estados Unidos que cualquiera que hubiera estado al mando militar en el Huallaga durante los años 1991 y 1992 (período en el que Humala fue designado a la zona durante el primer gobierno de Alberto Fujimori) tenía que estar involucrado con abusos de lesa humanidad.
Según el documento, ambos (Ciurlizza y Tapia) secundaron la versión de Alejandro Silva, consignado como representante de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH)(Silva era secretario ejecutivo adjunto de esa institución). Este último, en una reunión el 31/1/ 2006, explicó que luego de haber realizado un cruce de datos sobre el líder nacionalista (récord de servicios, naturaleza de su entrenamiento; de inteligencia y contrasubversivo, sus características físicas y los tipos de operaciones que realizó en el Huallaga) tenía la certeza de que era responsable de los delitos imputados. El cable de Wikileaks también recalca que anteriormente Silva ya había acusado, a través entrevistas, que Humala era, en efecto, el capitán Carlos Gonzales.
De otro lado, en un segundo cable identificado con el número 63519 del 10/5/2006 se hace referencia a la incoherencia de la actitud política de Tapia. Según el informe, dos semanas antes el ex vocero nacionalista había dejado en shock a varios de sus colegas cuando públicamente se endosó a la campaña humalista del 2006. Hecho por el cual, incluso, señalan se vio forzado a dejar el Idehpucp.
Asimismo, se menciona una conversación que tuvo Tapia en esa época con un funcionario de la embajada, en la cual explicó que había tomado esa decisión porque Ollanta Humala representaba la mejor opción para revivir a la fracturada izquierda peruana (desprestigiada en años anteriores por su posición radical y vínculos con el terrorismo).
Por último, en dicho cable, firmado por el diplomático James Curtis Struble, el especialista en análisis del fenómeno subversivo en el país pareció quejarse de la falta de confianza que percibía por parte del humalismo, dadas sus conexiones con miembros de la embajada estadounidense.