La popularidad en la red social Twitter de la presidencia argentina Cristina Fernández, parece ser artificial, o -mejor dicho- obra de los denominados «tuiteros k truchos» que en realidad son 400 perfiles falsos utilizados para crear tendencias y masificar hashtag.

Esta suerte de autobombo de la mandataria argentina, fue revelado por el programa Periodismo Para Todos (PPT) conducido e ideado por Jorge Lanata, quien expuso la existencia de este grupo que además ataca a los medios opositores al régimen de la Fernández.

La Nata actuó astutamente y es que puso en la polémica el tema relacionado a la nacionalización de YPF, para ver como se comportaban los k truchos. Tras explicar qué es Twitter, habló de la red de tuiteros falsos o “tuiteros K. El informe del programa comenzó analizando algunos tuits de perfiles.

Nada de lo que se ve en la red social es lo que parece. Los perfiles de estos defensores del Gobierno contaban con fotos truchas, las cuales rastreó la producción en otros sitios Web del mundo, lo que expuso que las mismas eran robadas y los perfiles falsos.

Así, un tal Diego Pierelli (quien en la biografía de la red social decía “Abogado, bilardista confeso y vejete K”) era en realidad un ingeniero italiano llamado Roberto Greter, con quien Lanata habló y nada sabía de la apiolada oficial. En el informe se vio cómo hasta la foto de un ganador de un concurso de canto en España fue utilizada por estos ases del tuit.

Según informó Lanata, hasta la ministra de Seguridad, Nilda Garré y el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, “retuiteaban” mensajes asiduamente de varios de estos perfiles. Se dieron cuenta que cada tuitero contaba con direcciones similares, contenidos similares y estrategias iguales.

Julio López periodista invitado del programa dijo que la truchada “estuvo bastante bien armada”. Lo que hizo fue buscar patrones en los perfiles para detectar datos a analizar.

Así, descubrieron que en cada URL (link) de las fotos de unos 200 perfiles estaban enumerados en orden, y contaban con un número, nombre y apellido y año estimado de nacimiento según la foto robada.

Con el sistema organizado en el que trabajaban los “tuiteros K”, podían disparar de 6 a 10 mensajes por segundo y generar tendencia en pocos minutos. “Lo peor, es que quiero que te des cuenta que les estamos pagando a estos pibes”, concluyó Lanata.

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