Ceres, el planeta enano que se ubica entre las órbitas de Marte y Jupiter reveló la aparición de una inexplicable «pirámide» registrada por la sonda Dawn y publicadas por la NASA.
La imagen plantea una interrogante que los especialistas no consiguen dilucidar, que es la estructura piramidal en medio de una planicie. «Misteriosos focos de luz brillantes y un pico con forma de pirámide elevado sobre una planicie relativamente plana», describe el informe publicado este lunes.
Carol Raymond, a cargo de la misión Dawn, dijo que «la superficie de Ceres ha revelado muchas e interesantes cuestiones. Por ejemplo, las lunas heladas fuera del Sistema Solar tienen cráteres con hoyos en el centro, pero en Ceres los hoyos centrales en los cráteres son mucho más comunes. Esta y otras revelaciones nos llevan a entender la estructura interior de Ceres que no podemos ver directamente».
Desde el Jet Propulsion Laboratory de Pasadena, en California, se sigue el derrotero de la sonda segundo a segundo. Ha completado su segunda órbita de escaneo de la superficie de Ceres a 4.400 kilómetros de altura. Desde allí, nuevos focos de luz aparecidos en los cráteres del planeta enano suman incógnitas para dilucidar.
Ocho de ellos se pueden ver cerca de una de las áreas más brillantes, de unos nueve kilómetros de ancho. Materiales que reflejan mucho la luz tienen que ser responsables de estas imágenes: el agua y la sal son probables dentro de los minerales terrestres comunes.
NASA
Es común que se estudie qué tipo de material compone un planeta en base a la luz que refleja, sobre todo cuando se dispone de la tecnología de Dawn: un espectrómetro que mapea los diferentes minerales de la superficie de los astros que estudia en su viaje por el espacio.
Una montaña con laderas escarpadas que emerge unos cinco kilómetros desde la superficie en un área relativamente plana. También se pueden ver cráteres de diversos tamaños, muchos de los cuales tienen picos en el centro. Hay una amplia evidencia de actividad en la superficie, que incluyen fluidos, deslaves y estructuras colapsadas. Ceres evidencia mayor actividad que la estación previa estudiada por Dawn, el protoplaneta Vesta.
La sonda es la primera en acercarse a dos cuerpos celestes diferentes para orbitarlos y estudiarlos. En agosto se acercará más a Ceres, quedando a 1.450 kilómetros de su superficie. Quizás entonces los científicos tengan más precisiones sobre las imágenes que, por el momento, sugieren un objeto de estudio particularmente