En la institución castrense existe un sentimiento de indignación frente a las sentencias de Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sobre algunos casos que benefician a elementos subversivos, admitió hoy el comandante general del Ejército, Edwin Donayre.
En la institución castrense existe un sentimiento de indignación frente a las sentencias de Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sobre algunos casos que benefician a elementos subversivos, admitió hoy el comandante general del Ejército, Edwin Donayre.
En declaraciones al programa "Todas las Ideas" de Radio Nacional precisó sin embargo, que es al ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, así como a los representantes del Parlamento Nacional, a quienes les corresponde expresarse con mayor detalle sobre este tema.
La Corte IDH ordenó, en uno de los fallos que más controversia causó en el pais, indeminizar y rendir homenaje a los deudos de los presos por terrorismo que fallecieron cuando se debeló un motín en el penal Castro Castro, en 1992, durante el gobierno de Alberto Fujimori.
“Converso mucho con mis soldados y tengo que decir que a nosotros de manera general nos indigna estas decisiones de la CIDH que nos obliga a hacer un reconocimiento público y resarcir a elementos subversivos que han hecho tanto daño”, expresó Donayre.
El Estado peruano presentó una demanda de intepretación del referido fallo, al considerar que este no contribuye con la reconciliación en el país tras dos décadas de violencia iniciada por el terrorismo, y el tribunal interamericano debe resolver al respecto proximanente.
Donayre reconoció que se registraron algunos excesos por parte de efectivos del Ejército durante todos los años de la lucha antisubversiva que vivió el Perú entre 1980 y el 2000, pero consideró que éstos deben ser sancionados, pero dentro del contexto en que se dieron.
“Que fácil es ahora juzgar a mis oficiales. Yo no los estoy encubriendo ni protegiendo, sino llevar el más mínimo sentido de equidad, de justicia e imparcialidad. Han matado a mi personal, a mis soldados, incluso a un capitán lo despellejaron en una plaza pública”, reflexionó.
Dijo además que por un reducido porcentaje de excesos que involucran a algunos elementos del Ejército, dentro de los más de 6,000 operativos que se realizaron en las zonas de emergencia, no se puede mellar la imagen de toda una institución.
Recordó además que durante la época de la lucha antisubversiva en el Perú, el terrorismo ejecutó más de veinte atentados masivos en el interior del país, de magnitud similar al de la calle Tarata, en Miraflores, en julio de 1992, y añadió que nadie publicó nada en su momento.
“A esa gente (en provincia) no les quedó nada de nada. Este es un asunto que debe verse en esa óptica”, opinó. Donayre manifestó que de todos los países donde ha habido el problema de la guerra antisubversiva, el Perú es uno donde ésta se ha desarrollado dentro del sentido humanitario.
De otro lado, lamentó que los aspectos positivos del Ejército no sean reconocidos o publicado por los medios de prensa, como por ejemplo la actividad desarrollada por esa institución tras el sismo del 15 de agosto en Ica. “Nos asignaron 8 millones de soles para las labores de levantamiento de escombros en Pisco. Usamos 4 millones y devolvimos los otros cuatro, pero nadie publica nada de eso”, aseveró.
