De acuerdo al informe global del 2006 de la OIT: “La eliminación del trabajo infantil: un objetivo a nuestro alcance”, más de 218 millones de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años trabajan en el mundo, de los cuales 126 millones lo hacen en actividades peligrosas expuestos a riesgos para su salud y normal desarrollo psicológico y educativo. Muchos de estos niños que desde temprana edad comienzan a trabajar son los primeros en dejar de asistir a la escuela.
De acuerdo al informe global del 2006 de la OIT: “La eliminación del trabajo infantil: un objetivo a nuestro alcance”, más de 218 millones de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años trabajan en el mundo, de los cuales 126 millones lo hacen en actividades peligrosas expuestos a riesgos para su salud y normal desarrollo psicológico y educativo. Muchos de estos niños que desde temprana edad comienzan a trabajar son los primeros en dejar de asistir a la escuela.
Al ser la educación un derecho humano y un factor crítico para reducir la pobreza y el trabajo infantil, su abordaje es prioritario al construir una agenda a favor de la prevención y erradicación del trabajo infantil.
Una visión renovada de dicha prevención y erradicación implica fortalecer un enfoque de protección de los derechos, entre ellos el de la educación. El desafío principal es lograr una enseñanza primaria universal y la reducción de las disparidades de género. Es evidente que al hablar de acceso universal a la escuela estamos hablando de una educación que sea de calidad, adecuada a las necesidades de todos los niños, accesible en costos a sus familias y enmarcada en una política nacional alineada a los objetivos de la campaña mundial de educación para todos.
Siendo el sector rural en América Latina el más vulnerable, debido a los niveles de pobreza y precariedad del trabajo adulto, es estratégico pensar que una política nacional de prevención y erradicación considere entre sus prioridades la problemática de la escuela rural y el trabajo infantil que se produce en este sector. De acuerdo al informe global de la OIT mencionado anteriormente, el 70% del trabajo infantil se encuentra en las zonas rurales y compite con la asistencia escolar, sobre todo en las épocas de cosecha, ocasionando muchas veces deserción escolar.
La tendencia en el mundo rural es que los niños y niñas se inserten de manera temprana a la economía familiar como ayuda para los padres pasando luego a ser trabajadores permanentes. Este involucramiento casi natural de los niños en las áreas rurales en el trabajo incrementa peligrosamente la posibilidad de generar desigualdades en el desarrollo de los niños en comparación con los de la ciudad y es sumamente inconveniente para alcanzar mejores oportunidades.
¿Por qué conmemorar el Día Mundial contra el Trabajo Infantil?
Frente a la cruda realidad del trabajo infantil que afecta a millones de niños y niñas en todo el mundo y a raíz de la presentación del informe global el 12 de junio del año 2002, se instauró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil con el fin de destacar al menos una vez al año la magnitud mundial de esta problemática y centrar la atención sobre la necesidad de una acción inmediata para su eliminación progresiva, particularmente en sus peores formas.
Desde entonces, los países han reconocido esta fecha como un momento clave en el año para incidir en el tema del trabajo infantil a nivel nacional así como fortalecer de manera progresiva el rol protagónico de las comisiones nacionales para la erradicación del trabajo infantil existentes.
En este sentido, la conmemoración del Día Mundial busca reforzar y promover la voluntad política y el compromiso de los gobiernos, organizaciones de empleadores y de trabajadores, así como de diferentes actores sociales (escuelas, universidades, medios de comunicación, ONG, entre otros) en la campaña mundial contra el trabajo infantil, a través de actividades de promoción y movilización social.
Con un enfoque desde los derechos y el desarrollo, el Día Mundial busca hacer visible a la opinión pública que la problemática infantil es un problema de derechos humanos. Además, pretende reforzar la conciencia social sobre la necesidad de diseñar estrategias integrales y complejas con un enfoque en las familias más pobres de los niños que trabajan y o que están en riesgo de trabajar.
El trabajo infantil en el Perú
Según la Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza del 2001, 1 millón 987 mil 165 niñas, niños y adolescentes entre 6 y 17 años de edad trabajan en el Perú. Estos niños, niñas y adolescentes que trabajan representan el 28,6% de la población total de ese grupo etario, esto quiere decir que en el Perú, al menos 1 de cada 3 niños, entre 6 y 17 años trabaja. De estos niños que trabajan el 53,9% son varones y el 46,1% son mujeres.
En nuestro país el trabajo infantil es un problema percibido generalmente como un problema urbano. Sin embargo, de acuerdo a estas mismas fuentes, el 70% del trabajo infantil se desarrolla en las zonas rurales donde las oportunidades de escolarización y accesos a los servicios de salud y nutrición son muy limitadas.
Los niños, niñas y adolescentes entre 6 y 17 años residentes en los departamentos de la sierra son los que mayormente comparten el estudio con el trabajo, lo cual se evidencia en mayor medida en regiones como Puno (54%), Apurímac (44%), Huancavelica (43,2%), Cusco y Áncash (38,6% en ambos casos) y Ayacucho (37,3%). Mientras que el grupo de niños y adolescentes que no estudian ni trabajan está ubicado mayormente en la región de la selva, en los departamentos de Amazonas (10,3%) y Madre de Dios (8,1%).
De los niños que trabajan de 6 a 11 años y que provienen del sector rural, el 11,6% solo cuenta con educación inicial; un 39,2% cuenta con algún grado de educación primaria; y solo el 0,4% terminó sus estudios primarios. De los adolescentes entre 12 y 17 años ocupados y que provienen también del área rural, un 21% no tiene nivel educativo alguno o solo ha asistido al centro educativo inicial; un 13,2% ha terminado su instrucción primaria y solo el 0,6% ha terminado los estudios secundarios.
Melissa Pérez, consultora en ComunicaciónEncargada de Prensa del Día Mundial contra el Trabajo Infantil Telf. (+511) 351-5763, (+511) 999300514Email: [email protected]
