Juan Hidalgo

Juan HidalgoCon el fin de las elecciones primarias en Estados Unidos y la nominación de Barack Obama como representante  del partido demócrata, empieza otro capítulo en este periodo electoral de aquí a noviembre próximo, en el que se espera una no menos agresiva competencia hacia la Casa Blanca, en el que ya han aparecido algunas señales al respecto.

Juan HidalgoCon el fin de las elecciones primarias en Estados Unidos y la nominación de Barack Obama como representante  del partido demócrata, empieza otro capítulo en este periodo electoral de aquí a noviembre próximo, en el que se espera una no menos agresiva competencia hacia la Casa Blanca, en el que ya han aparecido algunas señales al respecto.

Con  una campaña desgastada frente a lo que fue la competición con Hilary Clinton, Barack Obama  deberá ahora enfocarse a reforzar  y sustentar sus promesas centradas en lograr aliviar la economía del país y de mejor prestación de servicios sociales. Para ello, Barack Obama cuenta con que la población ira esta vez a votar pensando en sus bolsillos, por lo que es de esperarse haya una alta registración para sufragar, teniendo en cuenta que el voto no es obligatorio en este país.

La percepción que tienen los estadounidenses comunes y “silvestres”, (los que generalmente no votan) es que de seguir el partido republicano al frente, si gana John Mc Cain, es que continuara la crisis económica al no haber un cambio de política internacional o económica.

 Obama, ha manifestado claramente como promesa de campaña el retorno de tropas estadounidenses en Afganistán e Irak, una de las principales razones de la crisis económica y el encarecimiento del petróleo que ya supero mas d 130 dólares el barril, cuando hace un año estaba en 90 dólares como pre cio estable, para lo cual lo avala que fue uno de los senadores que se opuso a la invasión militar en aquellos países.

Mc Cain, por el contrario ha expresado la supuesta necesidad de la permanencia de tropas en los dos países, tanto así que ha dicho que “tranquilamente Estados Unidos se puede quedar hasta 100 años allá  si se trata de cuidar la seguridad de los estadounidenses y ha mencionado un plan de reestructuración para salvar la economía, apelando a la reducción de algunos impuestos.

No obstante, hay otros problemas como  la pérdida de casas por las  hipotecas y la devaluación del dólar, que indiquen a los votantes cambiar de giro drásticamente para evitar que sus bolsillos sigan vacios. Obama ha ofrecido también un seguro universal de salud, un tema importante puesto que en un país que recauda mucho en impuestos, no existe un seguro de salud al alcanza de las minorías y donde las atenciones medicas cuestan un ojo de la cara.

Empero, habrá que preguntarse si la población de Estados Unidos está preparada para un gobernante de color, algo impensable años atrás, pero que no se ve tan lejano ahora. Ello podría originar en esta campaña una polarización peligrosa en un país que se ha mostrado intolerante con algunos temas de interés para las minorías, como la reforma migratoria que se trunco en el Senado.

Por ello, Obama también es visto como una señal de esperanza en un país de marcadas diferencias sociales,  como un símbolo de unificación y tolerancia, así como daría una buena imagen de Estados Unidos frente al resto del mundo, de volver a representar lo que fue en sus orígenes y hasta mediados de siglo pasado, para así borrar esa imagen de prepotencia que se han encargado de mostrar en los últimos años.

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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