Este domingo 6 de julio se cumplirá exactamente medio siglo desde que Monseñor Alcides Mendoza Castro fuera consagrado como obispo en 1958. El sacerdote huancavelicano tenía apenas 30 años de edad, convirtiéndose en el obispo más joven de la historia moderna. Es un récord que no ha sido batido hasta ahora.
Este domingo 6 de julio se cumplirá exactamente medio siglo desde que Monseñor Alcides Mendoza Castro fuera consagrado como obispo en 1958. El sacerdote huancavelicano tenía apenas 30 años de edad, convirtiéndose en el obispo más joven de la historia moderna. Es un récord que no ha sido batido hasta ahora.
Hay grandes celebraciones por este motivo, siendo el acto central una misa solemne en la Iglesia de Las Nazarenas de la avenida Tacna a ser concelebrada este domingo 6 de julio al mediodía por el Cardenal Juan Luis Cipriani, primado de la Iglesia peruana, el nuncio apostólico Rino Passigato, el homenajeado mismo, y otros prelados de la curia peruana.
Al día siguiente, lunes 7 de julio, monseñor Alcides Mendoza Castro recibirá de manos del Presidente de la República, Alan García Pérez, la Orden del Sol del Perú, la más alta condecoración que otorga el Estado.
Cabe destacar que el brillante religioso fue también el más joven participante en el Concilio Vaticano II y que el 5 de diciembre de 1962 el Papa Juan XXIII, ahora Beato, lo nombró primer Obispo residente de Abancay.
En 1967 Mendoza Castro fue promovido a la categoría de Arzobispo de Peredodiana y Vicario General Castrense del Perú, debiendo ocuparse del personal del Ejército, la Marina, la Aviación y las Fuerzas Policiales, función que desempeñó hasta el 5 de octubre de 1983, cuando fue nombrado arzobispo residente del Cusco, donde sirvió hasta el 23 de octubre de 2003.
Estando en el Cusco, Monseñor Mendoza recibió a su santidad Juan Pablo II, y al actual Benedicto XVI cuando era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Son innumerables las obras que ha realizado y promovido Monseñor Mendoza. Goza del reconocimiento unánime de sus coterráneos de Huancavelica y de la feligresía tanto de Apurímac, Cusco y de otras partes del Perú donde ha servido, muy particularmente de los miembros de las fuerzas armadas y policiales que han recibido sus auxilios.
Invitamos a los colegas de la prensa escrita radial y televisada a cubrir estos actos y a interesarse en la vida y obra de este ilustre peruano. Estamos a su disposición para mayores informes y contactos.
