Con honores y una fanfarria inesperada el Comandante General del Ejército, Edwin Donayre, dejó esta mañana el cargo en una ceremonia especial en el cuartel general de la institución militar, conocido como Pentagonito.

 

Con honores y una fanfarria inesperada el Comandante General del Ejército, Edwin Donayre, dejó esta mañana el cargo en una ceremonia especial en el cuartel general de la institución militar, conocido como Pentagonito.

 

Montado en un caballo de paso y portando una ametralladora, Donayre se paseó frente a sus tropas entre vivas y aplausos, inclusive del propio ministro de Defensa, Antero Flores – Aráoz y decenas de congresistas que asistieron a la ceremonia.

No es usual, en un relevo militar, que se produzca tal desplazamiento de tropas y más aun el paseo del comandante saliente portando un arma de guerra, situación que se podría interpretar como un mensaje subliminal a Chile.

Tras descender del equino, Donayre fue cargado en hombros por sus oficiales y luego recibió el abrazo de su tropa.

Posteriormente subió al estrado oficial a despedirse de los invitados civiles, empero en ese momento el ministro Flores – Aráoz ya había abandonado inesperadamente la ceremonia oficial. Al acto no asistió el presidente de la República, Alan García Pérez.

Donayre será reemplazado en el cargo por el militar de alta graduación Otto Guibovich  cuya designación fue oficializada hoy.  

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