(Video 90 Segundos) Mientras se presume que las víctimas del alud que sepultó al poblado minero de Winchumayo, en la provincia puneña de Carabaya, superarían las treinta, las intensas lluvias y los temporales dificultan las labores de rescate de los cuerpos.
(Video 90 Segundos) Mientras se presume que las víctimas del alud que sepultó al poblado minero de Winchumayo, en la provincia puneña de Carabaya, superarían las treinta, las intensas lluvias y los temporales dificultan las labores de rescate de los cuerpos.
Otra dificultad es lo inaccesible de la zona, prueba de ello es que varios periodistas que intentaron llegar a la zona afectada, tras ocho horas de camino, no llegaron a su destino y fueron rescatados por un helicóptero de la Policías.
A ello se suma la demanda de los pobladores de la zona que exigen más atención y presencia del Estado. La gente en este inaccesible lugar de la selva puneña puede morir porque no hay hospitales, centros de salud ni médicos; tampoco tienen carreteras, menos teléfonos o algún otro atisbo de modernidad que les diga que estamos en pleno siglo XXI.
“La gente se muere porque no tiene un centro de salud, lo heridos han estado gritando hace dos días porque no hay una atención, el Gobierno debe dar apoyo”, narró una de las víctimas que sobrevivió a la tragedia, que tuvo que viajar cuatro horas en auto y caminar 20 horas para recibir atención médica.
Esta mujer es parte de un numeroso grupo de pobladores del distrito de Ituata, jurisdicción que ha sido afectada por el alud que cayó en el campamento minero de Winchumayo, por lo que demandó una pronta ayuda a las autoridades del Gobierno Central.
El temor de estas personas es que se produzca un nuevo deslizamiento de lodo y piedras, a causa de las intensas lluvias que caen en el lugar. Este grupo también reclama a la Dirección Regional de Defensa Civil de Puno tomar las medidas de prevención.
Por su parte, Roger Saya Tapara, alcalde distrital de Ituata, afirmó que la ayuda está llegando de a pocos a su localidad. Según informaciones locales, hectáreas de cultivo también habrían sido arrasadas por las fuertes lluvias, lo que estaría produciendo escasez de alimentos y enfermedades infecciosas en los animales.
