El Gobierno de Evo Morales nuevamente interviene en asuntos internos del Perú. Esta vez, la ministra boliviana de Justicia, Celima Torrico condenó lo que denominó "represión sangrienta", que cobró la vida de al menos 34 campesinos peruanos en Bagua.

El Gobierno de Evo Morales nuevamente interviene en asuntos internos del Perú. Esta vez, la ministra boliviana de Justicia, Celima Torrico condenó lo que denominó "represión sangrienta", que cobró la vida de al menos 34 campesinos peruanos en Bagua.

La funcionaria, incluso demandó que los responsables asuman su responsabilidad tras mencionar tangencialmente que entre los muertos figuran 9 policías, pese a que la cifra oficial de uniformados muertos, supera los 23.

"Condenamos la represión sangrienta que ha ocurrido en el vecino país por no atender el pedido de los indígenas. Por eso demandamos a los culpables asuman su responsabilidad, a pesar que la vida humana no se recupera ni con plata ni con nada", señaló la ministra indígena en Palacio Quemado de La Paz.

La autoridad boliviana pidió al gobierno del presidente Alan García atender las demandas de los indígenas y reiteró que "no hay justificación para que haya tantos muertos y matanza"

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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